Ricarda Roggan se preocupa por las habitaciones y las situaciones arquitectónicas, con sus muebles y muebles individuales. En la recepción de sus fotografías, el método de su trabajo y el efecto de sus imágenes constituyen una base importante para la comprensión de una posición que se ha vuelto cada vez más importante desde la década de 1990 y en el contexto del estudio de fotografía en Timmraut en Leipzig. Esto resultó entre otras cosas en diferentes grupos como «Schacht», «Attika» y «Stall», que se muestran en el libro. Las fotografías de Roggen son evidencia de una búsqueda de un rastro, que, sin embargo, no está interesado en ninguna reconstrucción de acontecimientos históricos. El recuerdo está tan alejado de la narración de una historia concreta.